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Cascadas del Molinillo y lagunas de la cabecera del Río Dilar

Guárdateme agua pura
Y derrámate abajo y desnuda
Morena sin sol, –con sol, qué rubia!


Los últimos versos del poema "Aguada" (M.S.M. 1982) puede que nos acerquen a la sensación de ayer al ver despeñarse los casi 100 metros de la cascada del Molinillo en un año de poca nieve pero de mucha, muchísima agua. Estábamos felices... no necesitábamos mucho más.
Gracias al Club Barranco Alcázar (y especialmente a su guía) por estos y otros raticos.



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