Un año más el Sendero del Avión estival se llenó de caminantes.
Fue una jornada festiva en la que todos disfrutamos a pesar del calor que, en muchos casos, se coló como protagonista añadiéndose al esfuerzo que suponía ascender 13 kilómetros con un desnivel de 1.200 metros.
El recorrido, que tenía varios puntos de avituallamiento, estaba muy bien atendido por un nutrido grupo de voluntarios del C. M. Barranco Alcázar, ayuntamiento y personal sanitario.
A las 7,30 se entregaban, en el recinto ferial, las bolsas con provisiones, agua y camiseta a los participantes.
El primer punto de abastecimiento se situó en el Posterillo (1.500 m.), lugar donde se concentraron los equipos de rescate del avión siniestrado (1960) y en el que nuestra compañera Berna, que vivía en este cortijo por aquel entonces, compartió sus recuerdos de aquellos días con los asistentes.
Después de una durísima subida hasta la Orilla Extremera y de otra –no menos dura– por la Cañada de Mahoma, los 5 grupos en que se dividió a los asistentes llegaban a Corrales Nuevos (1.970 m.), el segundo lugar de aprovisionamiento.
Desde aquí, hasta llegar a Chorreras Negras, nos quedaban 400 m. de ascenso, con toda la dureza y belleza de nuestra sierra, y sin un árbol. Unas cuantas "pájaras" y todos conseguíamos llegar a Chorreras Negras (2.400 m.), el lugar donde cayó el avión. La bajada, sin problemas, por el espectacular y fresco Barranco del Alhorí, dejó a los asistentes boquiabiertos.
En el Postero Alto (1.880 m.) nos esperaba el último puesto de vituallas para reponer a los participantes.
Solo quedaba la temida, aunque corta, bajada de la Loma de Enmedio hasta llegar al lugar de salida: Jérez del Marquesado.
Al año que viene nos vemos otra vez.
Fue una jornada festiva en la que todos disfrutamos a pesar del calor que, en muchos casos, se coló como protagonista añadiéndose al esfuerzo que suponía ascender 13 kilómetros con un desnivel de 1.200 metros.
El recorrido, que tenía varios puntos de avituallamiento, estaba muy bien atendido por un nutrido grupo de voluntarios del C. M. Barranco Alcázar, ayuntamiento y personal sanitario.
A las 7,30 se entregaban, en el recinto ferial, las bolsas con provisiones, agua y camiseta a los participantes.
El primer punto de abastecimiento se situó en el Posterillo (1.500 m.), lugar donde se concentraron los equipos de rescate del avión siniestrado (1960) y en el que nuestra compañera Berna, que vivía en este cortijo por aquel entonces, compartió sus recuerdos de aquellos días con los asistentes.
Después de una durísima subida hasta la Orilla Extremera y de otra –no menos dura– por la Cañada de Mahoma, los 5 grupos en que se dividió a los asistentes llegaban a Corrales Nuevos (1.970 m.), el segundo lugar de aprovisionamiento.
Desde aquí, hasta llegar a Chorreras Negras, nos quedaban 400 m. de ascenso, con toda la dureza y belleza de nuestra sierra, y sin un árbol. Unas cuantas "pájaras" y todos conseguíamos llegar a Chorreras Negras (2.400 m.), el lugar donde cayó el avión. La bajada, sin problemas, por el espectacular y fresco Barranco del Alhorí, dejó a los asistentes boquiabiertos.
En el Postero Alto (1.880 m.) nos esperaba el último puesto de vituallas para reponer a los participantes.
Solo quedaba la temida, aunque corta, bajada de la Loma de Enmedio hasta llegar al lugar de salida: Jérez del Marquesado.
Al año que viene nos vemos otra vez.
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| Nuestra compañera Berna compartiendo sus recuerdos |
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| Nuestro amigo Cristobal que, junto a su compañero, fue un apoyo en el camino |
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| By Fco. Moreno |
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