- "...Creo que no podría mantener la salud ni el ánimo sin dedicar al menos cuatro horas diarias, y habitualmente más, a deambular por bosques, colinas y praderas, libre por completo de toda atadura mundana. Cuando recuerdo a veces que los artesanos y los comerciantes se quedan en sus establecimientos no solo la mañana entera, sino también toda la tarde, sin moverse, tantos de ellos, con las piernas cruzadas, como si las piernas se hubieran hecho para sentarse y no para estar de pie o caminar, pienso que son dignos de admiración por no haberse suicidado hace mucho tiempo..."
Henry David Thoreau. "Caminar", 1862.
Después de este apasionado párrafo en defensa de la muy sana costrumbre de caminar, realizado por un personaje que propugnaba la desobediencia civil y el retorno a la naturaleza, poco queda que añadir a las reconfortantes salidas del club por los paisajes de las sierras que nos rodean. Y si tienen"final feliz", mejor que mejor.
El paseo de la Acequia del Fardes es un ejemplo de lo que se puede hacer con un buen trabajo de recuperación y mantenimiento del patrimonio dejado por nuestro antepasados. Sus orígenes se remontan a la época musulmana de Granada aunque el canal, tal y como se encuentra ahora, se comenzó a construir en la primera mitad del Siglo XIX y no se concluyó hasta 1945. Se nutre, en primer lugar, del caudal de Fuente Grande en Prado Negro. Continúa soterrada durante 2 km. hasta el paraje denominado "Cueva del Sol" y sigue, bordeando Sierra Arana por su límite natural, hasta el Cortijo de Linillos. A continuación la Acequia avanza por el Llano de Las Minas hasta el Cortijo de Carialfaquin. Aquí forma una pequeña presa en el Río Bermejo llegando este tramo hasta la Casilla de Nivar. Bordea el Camino de Nivar a Cogollos Vega y se dirige al Acueducto de Pulianas o Puente de Los Ocho Ojos, donde se divide en dos ramales: uno hacia Pulianas y otro hacia Jun y Pulianillas. En total 22 Km. que esperemos se puedan recuperar en su totalidad para poder andarlos algún día.
El club, con nuestros guías "Bolo" y Tony a la cabeza, preparó una ruta sin desperdicio en la que nos pudimos hacer una idea de la belleza del cauce y de los alrededores del tramo rehabilitado de la acequia. Disfrutamos con el ruido del agua, la sombra de las encinas, las peonías casi abiertas, los espárragos y, como no, con el relieve de Sierra Arana por donde transcurre el cauce. Desde los prados del Cortijo de Las Chorreras pudimos ver la Cuerda de La Gallega con el impresionante Majalijar, el Alto de Las Buitreras, Los Halcones y Las Garduñas. Saliendo a la Cañada del Moro, pudimos contemplar los tres morreones de Sierra Arana que vigilan Prado Negro: Cerro de La Cruz, Cabeza de Caballo y Jinestral. Y, a la derecha, abriéndose paso de vez en cuando a través de la vegetación, las nortes de Sierra Nevada.
CLICAR PARA AMPLIAR FOTOGRAFÍAS (de Tony)
El paseo de la Acequia del Fardes es un ejemplo de lo que se puede hacer con un buen trabajo de recuperación y mantenimiento del patrimonio dejado por nuestro antepasados. Sus orígenes se remontan a la época musulmana de Granada aunque el canal, tal y como se encuentra ahora, se comenzó a construir en la primera mitad del Siglo XIX y no se concluyó hasta 1945. Se nutre, en primer lugar, del caudal de Fuente Grande en Prado Negro. Continúa soterrada durante 2 km. hasta el paraje denominado "Cueva del Sol" y sigue, bordeando Sierra Arana por su límite natural, hasta el Cortijo de Linillos. A continuación la Acequia avanza por el Llano de Las Minas hasta el Cortijo de Carialfaquin. Aquí forma una pequeña presa en el Río Bermejo llegando este tramo hasta la Casilla de Nivar. Bordea el Camino de Nivar a Cogollos Vega y se dirige al Acueducto de Pulianas o Puente de Los Ocho Ojos, donde se divide en dos ramales: uno hacia Pulianas y otro hacia Jun y Pulianillas. En total 22 Km. que esperemos se puedan recuperar en su totalidad para poder andarlos algún día.
El club, con nuestros guías "Bolo" y Tony a la cabeza, preparó una ruta sin desperdicio en la que nos pudimos hacer una idea de la belleza del cauce y de los alrededores del tramo rehabilitado de la acequia. Disfrutamos con el ruido del agua, la sombra de las encinas, las peonías casi abiertas, los espárragos y, como no, con el relieve de Sierra Arana por donde transcurre el cauce. Desde los prados del Cortijo de Las Chorreras pudimos ver la Cuerda de La Gallega con el impresionante Majalijar, el Alto de Las Buitreras, Los Halcones y Las Garduñas. Saliendo a la Cañada del Moro, pudimos contemplar los tres morreones de Sierra Arana que vigilan Prado Negro: Cerro de La Cruz, Cabeza de Caballo y Jinestral. Y, a la derecha, abriéndose paso de vez en cuando a través de la vegetación, las nortes de Sierra Nevada.
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Chapó como siempre Elena👏👏👏👏👏👏👏👏👏
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